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lunes, 16 de abril de 2007

Esperando la ley de industria naval

CAYO SOTERO AYALA. OBRERO NAVAL, SECRETARIO GENERAL DE FEMPINRA Y EL SAON
Esperando la ley de industria naval

Fuente: Pesca y Puertos

Entrevista: Daniel Estigarribia

En vísperas del Día del Obrero Naval que se celebra el próximo 20 de abril el titular de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la Republica Argentina y del Sindicato Argentino de Obreros Navales da a conocer su visión sobre el momento por el que atraviesa el sector de la industria naval, la necesidad de una ley y una autoridad de aplicación unificada, la relación con la pesca y la situación internacional.

– ¿Cómo ve la situación actual de la industria?

– No hemos percibido la instrumentación de medios adecuados para elaborar las propuestas. Estamos anhelando la promulgación de una ley de Marina Mercante e Industria Naval para concretar las posibilidades existentes en el mercado y como consecuencia de ello, dentro del Poder Ejecutivo nacional, la creación de una Secretaría de Intereses Marítimos para que se aboque a ello. Entendemos que el presidente de la Nación está más preocupado que nunca por estos temas y esperamos que sus colaboradores sean capaces de instrumentar la mecánica necesaria, como para poder tener una ley y se cree un organismo a nivel de Secretaría por la importancia de los temas.
El área sindical, a la que yo represento, está convencida que tiene que ser así, debe ser un proyecto común que priorice el gran objetivo que es restituir la producción de unidades fluviales y marítimas, costo del flete y pleno empleo para la exportación de la mano de obra argentina. La buena predisposición para la armonía entre armadores y la industria naval, se fue deteriorando en el tiempo por la falta de políticas.

– ¿Cree que la industria naval está presente en los nuevos complejos logísticos y de servicios en los puertos, como en Avellaneda?

– Hace 15 años se fabricaban en Avellaneda, en la costa del Riachuelo, unidades de 60 mil toneladas para exportación a Colonia. La década del 90 destruyó el aparato industrial. Ahora necesitamos que el Estado recabe opiniones de todos los sectores y especialmente de la comunidad ribereña para conocer su real situación y capacidad productiva. En Corrientes, por ejemplo, que podría pasar a ser un verdadero polo industrial naval para el nordeste argentino y la región, a través de la formación y recuperación de recursos humanos y la reactivación de sus antiguos astilleros y la creación de nuevos. Allí es importante poder obtener recursos para las pre-financiaciones destinadas a la construcción de barcazas.

– ¿Participan del Consejo Consultivo de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación?

– Hemos participado. Hemos reclamado que exista una Dirección Nacional de Industria Naval, aún sin resultados. Por ahora no tenemos una autoridad competente para que instrumente y ordene a nivel gubernamental. Necesitaríamos una Secretaría de Estado por lo menos, para que la voluntad de trabajo, se pueda instrumentar a través de la ley a promulgarse y que el protagonismo sea activo, acorde a lo que está demandando la etapa histórica que atravesamos, estamos exportando dos veces más que hace unos años. Entonces se necesitan más unidades fluviales, más unidades marítimas, más astilleros que estén a la altura y acordes a la circunstancias.
Afortunadamente tenemos los ingenieros, los técnicos, los profesionales y los trabajadores para este reinicio de la actividad industrial naval, que va a dar esperanza a los jóvenes. El detonante más importante para la predisposición a la capacitación es que los alumnos sepan que los astilleros los están esperando, que los talleres los están esperando, que la marinería a bordo de los buques los está esperando.

– ¿Cómo debería ser la ley?

– La Ley de Marina Mercante que reclamamos es un paquete especial. Es un instrumento fundamental de la comercialización internacional. Por lo tanto tenemos que tener la mayor capacitación posible, especialmente en temas de seguridad, por las exigencias internacionales. Hay que darle un tratamiento específico e integral a los temas. No pueden distribuirse en diferentes Secretarías. Y con un solo instrumento para ponerlo en armonía en los distintos sectores del país. Sintetizando, ni en la Secretaría de Transporte de la Nación, ni en la Secretaría de Industria, sino a través de una Secretaría de Intereses Marítimos.

– ¿Y los anunciados Consorcios de Exportación?

– Son inútiles sin ley de Marina Mercante. Esto hace perder el 60 por ciento de la productividad del país. Los que quieren defender el país le dan el mayor rango posible al nivel de la instrumentación de políticas del sector en el gobierno nacional, los que quieren destruirlo, el menor, para disgregar lo interno y contratar bodegas extranjeras y a trabajadores de otros países, para romper la unidad institucional nacional con la consecuencia que ello trae de desempleo, de bajos salarios, poca educación y dosis de mayor inseguridad.

– ¿Aprecia la conveniencia de la suma y sinergia entre lo público y lo privado?

– Totalmente de acuerdo. Necesitamos aportes de capitales para consolidar todas estas figuras esenciales para el país pero en el marco de legislaciones. Bienvenidos los capitales extra-nacionales para apuntalar los recursos de la Nación, pero necesitamos un protagonismo activo de instituciones que garanticen los intereses y los derechos de los argentinos. Con la Secretaría de Estado, con autoridades idóneas políticas e instrumentos legales adecuados, en 10 años podríamos recuperar el nivel que algún día tuvo la industria naval argentina, con la convicción que se puede recuperar el lugar que ocupó alguna vez en el mundo.

– ¿Hay ejemplos que muestren la situación del sector en el mundo?

– Brasil, creo que en el rubro nuestro es un ejemplo. Si alguna vez Argentina estuvo en el nivel nueve, Brasil en el tres, Chile en el uno, ahora Brasil está en el nueve, Argentina y Chile en el dos. Esto indica que es un tema meramente político y que la crisis que se instaló en los años 90 no se ha podido superar. Creo que llegó el momento en que verdaderamente empecemos a pensar en serio a deponer actitudes mezquinas, tomar al pueblo como protagonista activo de la propuesta nacional, entonces creo que vamos a acortar los plazos de la recuperación del sector sin ninguna duda. Lo que necesitamos son hombres capaces y decididos para instrumentar políticas.

– ¿Existe una búsqueda de coincidencias con el sector de la industria pesquera?

– Si, hemos estado hablando en algunas oportunidades con el secretario de Pesca de la Nación, Gerardo Nieto. Creemos que es un hombre que tiene mucha claridad en lo que le toca administrar, en un área muy delicada también por la codicia externa internacional sobre nuestros recursos ictícolas. Juntos estamos tratando de armonizar criterios y convencer al capital de que hay que encontrar el punto medio, como seguir navegando con unidades de 35 años. Esto no existe en ninguna parte del mundo. Tenemos que ajustar un poco la legislación a edades moderadas para los barcos en actividad, que son para seguridad de la propia tripulación.
Y el otro tema fundamental que veníamos conversando con Gerardo Nieto es sobre la posibilidad del faenamiento del recurso en costas argentinas y que la exportación sea hecha con valor agregado en serio. Hemos encontrado eco positivo. Vemos que si seguimos luchando juntos y nos acompaña el resto con respecto a todos estos temas y con políticas portuarias adecuadas, a muy corto plazo podríamos estar hablando de una forma más cómoda, pero más comprometida y con la voluntad inquebrantable de alcanzar las metas que buscamos.

– ¿Quiere agregar algo más?

– Desde nuestra Federación quisiera enviar un fuerte abrazo a todo el litoral fluvial y marítimo de la Nación y decirle al pueblo argentino que no vamos a ceder en la lucha, que vamos a explicar, cada vez más y mejor, para que sepan que estamos trabajando para el pueblo argentino en su conjunto, porque estamos hablando de recursos cuantiosos y de instrumentos fundamentales para restituir la imagen nacional. Muchas gracias.

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