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miércoles, 7 de noviembre de 2007

Una ley hace tambalear el sistema portuario regional

Fuente: Cronista

La Casa Blanca ratificó la ley que requerirá que los puertos del mundo escaneen cada contenedor que envíen a los Estados Unidos. La norma, que entrará en vigencia en 2012 producirá grandes cambios en el sector de carga marítima. De hecho, ya se están viendo algunos ganadores y perdedores.

Diseñada para asegurar que los contenedores de carga no sean usados por terroristas para ingresar armas o materiales explosivos a los Estados Unidos, la nueva ley promete tener un gran impacto en la industria global de transporte, aseguran funcionarios, operadores de puertos y analistas.

Los fabricantes de las gigantescas máquinas de rayos X o gamma, valoradas en u$s 5 millones cada una, que son necesarias para escanear los contenedores se preparan para una avalancha de pedidos. Se calcula que cerca de 700 puertos en todo el mundo deberán prepararse para dar cumplimiento a la normativa.

Analistas de la industria dicen que los puertos tendrán que comprar entre uno y 10 escáners o dejar de exportar al mercado más rico del mundo.

Los grandes puertos modernos, la mayoría de los cuales está en Asia, también esperan ganar clientes si las terminales más pequeñas y antiguas tienen problemas para cumplir con los requerimientos estadounidenses. La Unión Europea estima que el costo inicial de comprar y mantener escáners será de unos u$s 100 millones, demasiado alto para que tenga sentido financiero para algunos de los puertos menores.

“En América Latina, dónde muchos puertos ya se encuentran en desventaja debido a que carecen de infraestructura, la ley estadounidense podría darles el golpe de gracia”, dijo Stephen Flynn, investigador de seguridad nacional del Council on Foreign Relations, un centro de estudios estadounidense.

Según Flynn, los países que no puedan costear la maquinaria tendrían que enviar su carga a través de uno de los puertos operados por empresas multinacionales, lo cual incrementaría los costos. Esto a su vez podría dar lugar a una ola de privatización de los puertos en la región. Estados Unidos importó 12 millones de contenedores de productos el año pasado, y se espera que ese número se incremente, de acuerdo con el gobierno de ese país.

La nueva ley reemplazará al sistema actual, en el que sólo un selecto número de contenedores son escaneados, algo similar a lo que pasa con el equipaje de mano en los aeropuertos. Las nuevas máquinas gigantes de rayos X buscarán formas sospechosas en la carga a un ritmo de tres contenedores por minuto. Actualmente escanear cada contenedor toma varios minutos.

La demanda por los escáners de contenedores se incrementa. Los tres proveedores principales fuera de USA son Nuctech Co., una compañía estatal china que domina el mercado asiático; el contratista del Departamento de Defensa estadounidense Science Applications International Corp. que vende principalmente en los Estados Unidos; y Smiths Heinmann GmbH, parte de Smiths Group PLC, una compañía paneuropea. Las tres empresas compiten en Europa y América Latina.

Michel Lequy, que vende escáners Nuctech en Europa, dice que los pedidos han crecido a decenas al año, en comparación con las cifras de un sólo dígito registradas antes de 2003, cuando los legisladores estadounidenses comenzaron las conversaciones sobre la nueva ley.

El gobierno del presidente George W. Bush ha indicado que quiere reducir la cantidad de puertos del mundo que envían contenedores a los Estados Unidos a unos 100, frente a los 700 actuales, ya que eso facilitaría la supervisión de la seguridad.

Los operadores de puertos dicen que el mayor costo de las nuevas normas a largo plazo no sería tanto la inversión en escáners, sino el tiempo de espera adicional, los días que los contenedores pasan esperando en los muelles antes de salir al mar.

Los operadores calculan que después de 2012 el tiempo promedio aumentará a siete días frente a los cinco actuales. Ese lapso congestiona las terminales de envío, reduce la capacidad y cuesta dinero a las compañías que envían y a las que reciben la carga, dicen los analistas.

Marcada preocupación

La perspectiva futura ante la aplicación de la norma genera preocupación en el marcado argentino.

“En Argentina, y en particular en el puerto de Buenos Aires, con las concesiones llegando a su período de madurez de no mediar significativos cambios en las reglas de juego que alienten inversiones en las terminales y accesos, es de esperar que el escaneo obligatorio de contenedores agregue una marcada congestión y mayor ahogo. Esto se debe a la falta de inversión en los flujos de acceso y en la ya escasa capacidad en las terminales tal como se encuentran actualmente”, dijo a Transport & Cargo Javier Francisco Maria Ramírez, gerente general de Terminal 4 SA.

Según Gustavo Gordillo, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, “la Aduana Argentina ha tomado cartas en este asunto proveyendo a las principales vías de salida de contenedores con equipos móviles adquiridos a su costo, como son el caso de las aduanas de Buenos Aires, Campana y otras, por cierto. Esto tiene el doble propósito de atender a la seguridad en la lucha contra el terrorismo y a ciertos requerimientos de control fiscal”.

Sin embargo, el directivo añadió que “los controles hasta ahora se limitarían sólo a aquellos equipos que provienen de exportadores no habituales y sin regímenes especiales de confianza aduanera, que se estiman en un 5%. Si se pretende generalizar la medida a todos los equipos embarcados, sin duda tendremos muy serios problemas de congestión y altísimos costos, esto, sin olvidar el incumplido principio de reciprocidad para aquellas cajas que se embarcasen en los Estados Unidos con destino a nuestro país”.

Para Patrick Campbell, secretario del Centro de Navegación, “sin dudas es un tema muy delicado ya que los Estados Unidos pone la responsabilidad y el costo en el puerto de origen cuando son ellos los interesados en un control que abarque el cien por ciento de los contenedores. Esto puede afectar mucho el tráfico de puertos pequeños y además aumentar costos de exportación”.

Jorge Metz, ex presidente del Consejo Portuario Argentino, consideró que “esta decisión adoptada por Estados Unidos nos muestra que la inestabilidad en relación a la seguridad ha venido en nuestros días para quedarse y permanecer mucho tiempo. Más aún, día a día se aumentará las condiciones de seguridad que deban ofrecer los puertos, las naves, sus cargas y los estados que quieran comercializar sus productos”.

Por su parte, Roberto Murchison, director ejecutivo de Terminal Zarate (TZ) consideró que “en TZ, debemos decir que la Aduana ha tenido una muy positiva iniciativa y al igual que con otros puertos importantes de la región, ha instalado un scanner en la terminal, el cual se encuentra en operaciones.

Cuando se habla de escanear el 100% de los contenedores con grandes volúmenes, sin duda traerá aparejado demoras y extra costos que al final del día termina pagando el comercio exterior argentino. Si a esto se suma una intención de concentrar en pocos puertos la carga, se afecta la competencia y la posibilidad de desarrollar cadenas logísticas más eficientes”, concluyó el directivo.

Juan Chimento, decano de la Facultad de Administración y Economía consideró que “a principios del corriente año, la Aduana implementó el procedimiento de inspección, con la adquisición de equipos scanners móviles en el Puerto de Buenos Aires, y Dock Sud, previendo la instalación de otros equipos en otros puertos del país, que por su importancia en la exportación de contenedores a Estados Unidos lo ameriten. Es de esperar que esas administraciones portuarias tomen en serio esta problemática de orden logístico y realicen los estudios técnicos que determinen las necesidades de espacio tanto para el almacenamiento de los contenedores a la espera de las inspecciones y a la vez minimizar los tiempos que lleva cada operación”.

Como el volumen de nuestras exportaciones a los Estados Unidos superaron en 2006 los u$s 4000 millones, Alejandro Wolf, de Multilogística, resaltó que “la eventual inversión en una mayor cantidad de scanners de ultima generación pueda ser cuestionada por la inversión en si misma. A juzgar por las demoras operativas producidas como consecuencia del escaneo actual de ctnrs, hoy ligada a procesos aduaneros, sumado a la capacidad cada vez mas comprometida de las terminales portuarias, avanzar con un proceso tan amplio en volumen como el dispuesto para 2012, merecería una evaluación logística profunda

El reconocido especialista en temas portuarios Antonio Zuidwijk adelantó que “los puertos no van a ser capaces de cumplir esta norma y varias organizaciones internacionales navieras y portuarias, como así también organizaciones de comerciantes de los Estados Unidos han advertido que esta ley podrá tener consecuencias funestas, no solo para el comercio del país del Norte sin a escala mundial por sus graves repercusiones. Probablemente, igual como se fueron adaptando las reglas de la Iniciativa Contenedores Seguros, se hará lo mismo en este caso y se evitará que esto suceda”.

Inevitable

Desde la Asociación Argentina de Agentes de Carga Internacional (Aaaci) consideraron que “esta es una medida inevitable, y como consecuencia de la actividad del terrorismo, probablemente se extenderá a otros países. La Aduana argentina ya instaló algunos scanners, y paralelamente instrumentó, en el marco de la OMA, la figura del operador confiable.

En estos casos, la carga de los contenedores es monitoreada en planta mediante cámaras conectadas con la aduana. Además, en la actualidad es escaneada la mayor parte de los envíos a los Estados Unidos”.

Desde el Puerto de Mar del Plata se envía hoy a los Estados Unidos el 7,58 % del total de sus exportaciones. Fundamentalmente, se despachan productos y derivados de la pesca.

“Destacamos el deseo de una política nacional que permita a los diversos puertos adquirir la tecnología necesaria para adecuarse a las nuevas exigencias previstas para el año 2012 y esperamos que las mencionadas novedades no sean un elemento para beneficiar a las grandes terminales y/o para crear pseudas trabas arancelarias desde Estados Unidos a los países en vías de desarrollo”, dijo Mario Dell Olio, presidente del Consorcio Portuario Regional Mar del Plata.

A manera de vaticinio, Fernando Guzmán, ex interventor del puerto chaqueño de barranqueras anticipó que “en casi todos los puertos argentinos se tornaría imposible poner en vigencia este sistema de control por los mismos motivos que argumenta la Unión Europea. Los puertos del litoral marítimo y la hidrovía casi con certeza no podrán realizar exportaciones a los Estados Unidos”.

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