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Fuente: Prensa Libre
Una nueva disposición de las autoridades aduaneras, que obliga a las navieras a nacionalizar los contenedores que permanecen más de tres meses en recintos aduaneros en Guatemala, tiene molestos a varios sectores, porque consideran que causará escasez y más costos.
Desde la semana recién pasada, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) dispuso que los empresarios deben legalizar, por medio del pago de impuestos, los contenedores secos o refrigerados que esperan mercadería y cuyos permisos han vencido.
Previo a la nueva disposición, cuando los equipos llegaban a los puertos nacionales, las autoridades de aduanas permitían el ingreso por 90 días, a través del formulario Admisión Temporal de Contenedores (ATC). Vencido el plazo, la naviera debía pagar US$100 de multa y podía amplia por tres meses su autorización.
La SAT cambió el concepto y ahora un contenedor vacío ya no es un transporte sino que se convierte en una mercadería y por ello, transcurridos los tres meses se obligará a nacionalizar los contenedores, explicaron las navieras.
La naviera propietaria del contenedor pagará todos los impuestos para su nacionalización, similar a cuando un automóvil es importado y se queda en el territorio nacional.
Rechazan nacionalización
Rolando Coronado, presidente de la Asociación de Navieros de Guatemala (Asonav), dijo que la restricción causará que las empresas navieras no cumplan los compromisos contraídos o trasladarán el sobrecosto de operación a los usuarios.
Una opción planteada por Coronado, pero que también afectará a los exportadores, es que las navieras entreguen el producto en los muelles portuarios para no tener que efectuar más trámites en Guatemala, y regresar a su punto de origen o desviarse hacia otros puertos.
El representante de los empresarios explicó que para poder cumplir con los contratos de transporte de exportaciones de Guatemala, las navieras deben tener en el país suficiente inventario de contenedores para evitar la escasez de equipos.
Agregó que utilizan contenedores refrigerados para transportar productos perecederos como las legumbres o frutas de temporada y que son valorados en aproximadamente en US$5 mil, lo que implica un costo de impuestos de US$850 al nacionalizar un equipo que de todas formas tendrá que salir.
En el caso de los contenedores secos (no refrigerados), se debe pagar aproximadamente US$300, puesto que son valorados en US$1 mil 700.
De acuerdo con Coronado, a nivel mundial existe gran demanda de contenedores refrigerados y por ello las navieras que operan en el país buscan asegurar un número suficiente de ellos con bastante antelación para cumplir con los contratos.
Podrán renovar
Por medio de la Dirección de Comunicación Social, las autoridades de la SAT manifestaron que ha sido otorgada una prórroga de hasta por un “período igual al autorizado inicialmente (tres meses), para los documentos de Admisión Temporal de Contenedores (ATC), a los cuales no se les haya vencido el citado período de tres meses otorgado al momento de su ingreso al país, según lo establece artículo 427 del Recauca IV”.
Coronado aseguró que efectivamente se puede renovar, pero se tardan tanto en autorizar los ATC que terminan obligando a nacionalizar el contenedor.
Carolina Castellanos, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana (Amcham), opinó que es necesario agilizar el comercio en el país, y que acciones como las tomadas por las autoridades aduaneras lo impiden.
Castellanos agregó que la SAT debe hacer un esfuerzo mayor para que sus sistemas en línea funcionen de tal manera que sea posible hacer la renovación del ATC vía electrónica, y de esa manera agilizar trámites.
Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), manifestó que las autoridades aduaneras deben tomar medidas que incentiven el comercio y no que lo restrinjan.
“En este momento en donde el comercio mundial está tan afectado negativamente, las autoridades deben analizar en qué manera pueden contribuir con la navieras”, afirmó.
Al final del día, según Zepeda, el consumidor es quien termina pagando los sobre costos del transporte marítimo.
Agregó que se corre el peligro de que la carga busque mejores opciones en puertos cercanos a Guatemala. Hasta la fecha en los puertos de Guatemala trabajan 37 compañías navieras.
Desde la semana recién pasada, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) dispuso que los empresarios deben legalizar, por medio del pago de impuestos, los contenedores secos o refrigerados que esperan mercadería y cuyos permisos han vencido.
Previo a la nueva disposición, cuando los equipos llegaban a los puertos nacionales, las autoridades de aduanas permitían el ingreso por 90 días, a través del formulario Admisión Temporal de Contenedores (ATC). Vencido el plazo, la naviera debía pagar US$100 de multa y podía amplia por tres meses su autorización.
La SAT cambió el concepto y ahora un contenedor vacío ya no es un transporte sino que se convierte en una mercadería y por ello, transcurridos los tres meses se obligará a nacionalizar los contenedores, explicaron las navieras.
La naviera propietaria del contenedor pagará todos los impuestos para su nacionalización, similar a cuando un automóvil es importado y se queda en el territorio nacional.
Rechazan nacionalización
Rolando Coronado, presidente de la Asociación de Navieros de Guatemala (Asonav), dijo que la restricción causará que las empresas navieras no cumplan los compromisos contraídos o trasladarán el sobrecosto de operación a los usuarios.
Una opción planteada por Coronado, pero que también afectará a los exportadores, es que las navieras entreguen el producto en los muelles portuarios para no tener que efectuar más trámites en Guatemala, y regresar a su punto de origen o desviarse hacia otros puertos.
El representante de los empresarios explicó que para poder cumplir con los contratos de transporte de exportaciones de Guatemala, las navieras deben tener en el país suficiente inventario de contenedores para evitar la escasez de equipos.
Agregó que utilizan contenedores refrigerados para transportar productos perecederos como las legumbres o frutas de temporada y que son valorados en aproximadamente en US$5 mil, lo que implica un costo de impuestos de US$850 al nacionalizar un equipo que de todas formas tendrá que salir.
En el caso de los contenedores secos (no refrigerados), se debe pagar aproximadamente US$300, puesto que son valorados en US$1 mil 700.
De acuerdo con Coronado, a nivel mundial existe gran demanda de contenedores refrigerados y por ello las navieras que operan en el país buscan asegurar un número suficiente de ellos con bastante antelación para cumplir con los contratos.
Podrán renovar
Por medio de la Dirección de Comunicación Social, las autoridades de la SAT manifestaron que ha sido otorgada una prórroga de hasta por un “período igual al autorizado inicialmente (tres meses), para los documentos de Admisión Temporal de Contenedores (ATC), a los cuales no se les haya vencido el citado período de tres meses otorgado al momento de su ingreso al país, según lo establece artículo 427 del Recauca IV”.
Coronado aseguró que efectivamente se puede renovar, pero se tardan tanto en autorizar los ATC que terminan obligando a nacionalizar el contenedor.
Carolina Castellanos, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Guatemalteco Americana (Amcham), opinó que es necesario agilizar el comercio en el país, y que acciones como las tomadas por las autoridades aduaneras lo impiden.
Castellanos agregó que la SAT debe hacer un esfuerzo mayor para que sus sistemas en línea funcionen de tal manera que sea posible hacer la renovación del ATC vía electrónica, y de esa manera agilizar trámites.
Javier Zepeda, director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), manifestó que las autoridades aduaneras deben tomar medidas que incentiven el comercio y no que lo restrinjan.
“En este momento en donde el comercio mundial está tan afectado negativamente, las autoridades deben analizar en qué manera pueden contribuir con la navieras”, afirmó.
Al final del día, según Zepeda, el consumidor es quien termina pagando los sobre costos del transporte marítimo.
Agregó que se corre el peligro de que la carga busque mejores opciones en puertos cercanos a Guatemala. Hasta la fecha en los puertos de Guatemala trabajan 37 compañías navieras.
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